O en contra de todas las sugerencias de comportamiento estándar, salir a andar en bicicleta con el objeto de intentar encontrar un comercio abierto que te venda algunos CDs y DVDs grabables.
Llegan para ustedes, en una nueva entrega de conocimiento invaluable...
"Consejos para terminar tirado en el barro, de una manera increíble"
(O increíblemente pelotuda)
1) Vivir en medio de un pueblo semidesierto, sin que esto te importe demasiado.
2) Visualizar a lo lejos un atajo al local de Computación, dado que el camino se presta complejo por charcos, vegetación en exceso y pozos.
3) Concluir, luego de un crítico debate de ideas a nivel neuronal, en que la mejor opción es acortar la trayectoria del viaje pasando por la estación Querandí.
4) Ignorar por completo las leyes de la física, de manera consciente o no, sin advertir que el agua hace efectos cuando toma contacto con la superficie terrestre, en especial sobre la tierra propiamente dicha.
5) Desafiar tus propios límites de talento al volante y mirar con ganas una pendiente de al menos 60 grados de inclinación que desemboca en la parada del ferrocarril.
6) Tomar carrera de manera absoluta e inadmisiblemente innecesaria, a pesar de que sabés que la gravedad te va a aportar 9,81 metros sobre segundo al cuadrado de aceleración, en proporción a la masa del conjunto cuerpo-vehículo y el coseno del angúlo formado entre la anteriormente mencionada montañita y las baldosas del andén.
7) Ver como irremediablemente la rueda trasera resbala, junto con tu equilibrio, tu dignidad y las llaves del portón.

Este fue otro post de JuanM, aportando experiencias al criterio colectivo, por un mundo cada día más copado.
Número 99. Rumbo al Centenario...




