La vida misma

¿Es técnica, moral, cultural y políticamente correcto iniciar una conversación en el Messenger si la persona destinataria de nuestro mensaje se encuentra en el estado "No disponible"?
¿Le hablo o no le hablo?, esa es la cuestión...

Cambio de tema.
Me pondría a realizar un análisis del comportamiento humano en cuanto al histeriqueo cibernético, pero me llevaría mucho tiempo teniendo en cuenta que aún no termino de comprenderlo.

Ahora, una sabia reflexión postmoderna.
Si de pronto te encontrás frente a un SMS de un ser del sexo opuesto, que comparte con vos el ámbito cultural y generacional, y como despedida del escrito recibís un "te mando un abrazo grande", salvando excepciones, debo decir que lamentablemente te encontrás en un problema.
Lo digo en otras palabras: los mensajes se cierran con un "te mando un beso", "besito", "besos".
Si te mandan un "abrazo", no hay futuro levante posible...
Lo siento por tus aspiraciones románticas con él o con ella.

No malinterpretar estas ideas por favor... no implica esto que Juan M. le tira onda a toda su agenda telefónica, solo se trata de un intento de aproximación a la realidad del Siglo XXI y la Web 2.0.

Todo esto lo podrán leer en mi última tesis sobre las relaciones humanas. (?)
Todavía no está aprobada pero, bueno, algo es algo.

Last train to Temperley

Es de noche y, para muchos, bastante tarde.
La Estación San Justo se encuentra casi vacía.
Nuestro contexto es adornado por una bandera de la patria y un lindo cartel que acusa la presencia de una boletería que hace años no funciona.



La poca gente aquí presente se está impacientando, y no es para menos... el último tren a Temperley ya lleva 16 minutos de retraso.
(Demasiado si pensamos en el Art. 61º del Reglamento General de Ferrocarriles)

Finalmente, a lo lejos se escucha una bocina y vemos la esperada luz cada vez más brillante.
Son las 21:55 y aparece la vieja locomotora con sus tres vagones, guerreros de la rutina.



Yo no viajo hasta Temperley, mi destino es mucho más cercano...
Recién salgo de la UNLaM y me dispongo a retornar a casa.



Subo al furgón y, una vez que arrancamos, me dispongo a responder un SMS mientras reflexiono en la oscuridad.
Algunas cómplices lamparitas todavía encienden para que yo deje de criticarlas.



Otros corren con un poco más de suerte, aunque su posición no es mucho mejor.
Una familia con muchos chicos y algún solitario joven llevan sus gastadas bicicletas y carros de cartón.
No pagaron boleto, pero nadie se los reclama.



Probablemente a ellos no les importan los goles secuestrados o discursos demagógicos.
Puede que piensen que el sistema los posterga de una cruel forma, su realidad es muy distinta a la que muestran los diarios.

Si mirara en un espejo también me daría cuenta que esa realidad es distinta a la mía, a pesar de que compartimos el mismo vagón. ¿Debería considerarme afortunado?

Mi corto viaje se termina. Me bajo en Tablada.
Una sola estacíón y seis minutos son suficientes por hoy.



Antes de irme me doy cuenta que hay una luz prendida y una puerta entreabierta en el andén de enfrente. La curiosidad me llama.
Un operador ferroviario y un empleado de seguridad toman mate y juegan a los naipes...
(¿Será muy dificil ganarse premios de esa manera?)

No hay muchos muebles.
En un rincón una mesita, una silla rota y un poster con mujeres semi-desnudas que decoran la pared.



Mañana será otro día.



Mientras tanto, desde la pared, Nuestra Señora de Luján les desea a todos un Felíz Viaje.
Que así sea.

El caballo de San Martín no era blanco

Dicen que era bayo y de cola cortada. ¿En la escuela nos mintieron?

Leyendo la biografía de Juan Bautista Cabral me enteré de cosas interesantes...
El tipo era un simple Soldado y terminó siendo Sargento.
La cuestión radica en que algunos historiadores no se ponen de acuerdo en la forma en que esto ocurrió. Aparentemente hay dos teorías:
Una dice que el rango se lo ganó en vida con su desempeño diario.
Otros afirman que el status le fue otorgado luego de muerto, como homenaje.

La historia conocida cuenta que en una batalla, el caballo de San Martín fue víctima del fuego y cayó al piso dejando al prócer atrapado bajo el animal. Al ver esto, Cabral desmonta y acude a socorrer a Don José para lograr incorporarlo. Luego de ayudar, infortunadamente es herido por dos proyectiles y muere horas más tarde en un refugio.
En una carta, cuenta San Martín que las últimas palabras que pronunció este hombre fueron algo como: "Muero contento, pues hemos batido al enemigo"

En fin...
Son las oo:38 de un Lunes y la vida me encuentra escuchando la marcha de San Lorenzo...



Esto ya es demasiado.

Noventoso

Si te ponés a escuchar la canción "Say you will be there" de las Spice Girls, automáticamente te transportás una década al pasado.

Es genial esa canción, sobre todo la intro. Que hitazo.

Si me apurás un toque, hasta la pongo de ringtone...
Bueno... pensándolo bien, mejor no.

Web-adas de la vida cotidiana Vol XI

En este momento me comería unas Frenchitas, pero me parece que en el almacén ya no las voy a encontrar.

Muy triste...
Casi tanto como el día en que perdí el tazo número 39, el tazo dificil.